lunes, 3 de junio de 2019

LA SERIE ANIMADA DEL SAMURAI






Serie: Samurai Jack
Creador: Genndy Tartakovsky
Género: Aventura, fantasía, cine de acción, ficción distópica
Años: 2001-2017
Temporadas: 5
Capítulos: 62


Hace mucho tiempo, en un país lejano, yo, Aku, el Señor de las tinieblas, el de las mil formas, desaté una indecible maldad. Mas un insensato guerrero samurai forjó una espada mágica y salió a enfrentarse conmigo. Pero antes de recibir el golpe final, abrí una puerta en el tiempo y le envié al futuro, donde mi maldad es la ley. Y ahora, ese loco intenta regresar al pasado para deshacer el futuro de.... ¡¡¡Aku!!!

Así comienza cada episodio de esta serie del Samurai destinado a acabar con el demonio Aku donde cada capítulo  los escenarios maravillan con su belleza. Comencé a ver esta serie animada varios años después de que Cartoon Network transmitió las primeras temporadas (2001-2004) he de haber comenzado en el 2016, un amigo me la recomendó e incluso vimos un capitulo juntos (T2E6), después de ese capitulo decidí ver toda la serie. No soy una persona de series pero unas cuantas me han atrapado a tal grado que no pude dejar de verlas.

Ese primer capitulo me pareció un deleite visual pues posee una estética admirable y escasos diálogos que me cautivaron. Cuánto talento para contar una bella historia con expresiones faciales, música y animación pero sobretodo para mí lo hermoso de ese episodio fue la inocencia, el amor y la infancia presentada que me llevó a recordar mi propia historia de niña.

Con el pasar de los capítulos, y viéndolos en orden, se puede apreciar los detalles de toda la serie especialmente en los escenarios: los fondos, lo estático y fluido funcionando como un paisaje oriental vivo.

Y también vamos conociendo poco a poco a Jack, su honor, su lealtad, su compasión. Esa personalidad poco común pero que tanta falta hace que se convierta en la común dentro de las sociedades, ayudar a otros a pesar de nosotros. Ayudar a otros cuando corren más peligro que nosotros aunque eso signifique retrasar nuestro propio objetivo, ya sea por desventaja física o por ignorancia de otros, Jack ayuda a quien necesita de él incluso si esa decisión lo lleva en dirección opuesta de su meta.
No imagino cómo me sentiría yo si me arrojaran a un tiempo distinto al mío donde seres diversos conviven cotidianamente, donde la normalidad que conozco solo existe como un mito y además el mundo es más violento que el mío. Sin embargo Jack nunca pierde de vista su objetivo. Esta capacidad de ayudar a otros le brinda amistades que en momento de necesidad van en su ayuda incondicionalmente.

Gente refugiada, Aku extendiendo su poder a toda la Tierra y llegando a otros planetas o el miedo a rebelarse, Tartakovsky nos lleva al gobierno de un tirano ambisioso de poder. A pesar de que es la historia del bien contra el mal, la serie es novedosa porque es contemplativa: capítulos entereros sin diálogos o las escenas monocromáticas, la aventura de Jack tiene su encanto en la narrativa a través de su estética, esa magia que transporta de la tranquilidad al campo de batalla en unos segundos.

Algo maravilloso de la serie es que cada comienzo de capítulo, Tartakovsky nos muestra escenarios hermosos y espectaculares paisajes estáticos con paletas de colores amorniosos. Esos segundos de contemplación y de calma en un mundo violento y caótico. 

En las primeras temporadas vemos a Jack buscando todos los medios para regresar a su época y derrotar a Aku, siempre fiel a sus principios. Sin embargo la última temporada cambia el tono de la serie, y por lo tanto la personalidad de Jack. Han pasado 50 años y Jack no ha logrado regresar a su tiempo y se ha vuelto un ser ermitaño que ha ido olvidando sus principios, pero poco a poco con ayuda de los amigos que ha hecho a lo largo de su vida, Jack recuerda quien es y cuál es su objetivo. Por otro lado Aku también es distinto, parece aburrido sin Jack pisandole los talones, sin embargo ha creado un ejercito peculiar para encontrar a su archienemigo.

La serie es más violenta, sangrieta e incluso se permite unos cuantos guiños sexuales. ¿Ashi estaba desnuda todo el tiempo? Al no ser trasnsmitido esta ultima temporada en Cartoon Network, Tartakovsky se permite acariciar estos temas, además la serie explora nuevas técnicas de animación que queda evidenciada en una emocionante pelea monocromática. Sin embargo no todo es perfecto y algunos capítulos se vuelven cansados y son hasta repetitivos a lo largo de todas las temporadas. 

Vale mucho invertir el tiempo en esta hermosa serie animada y poder llegar a esa joya de capítulo final donde una vez más se muestra que el amor siempre vale la pena.

Gracias Tartakovsky por esta serie animada que se ha convertido en una de mis series animadas favoritas y ojalá se puedan dar el tiempo de verla, disfrutarla y llorarla.