lunes, 13 de mayo de 2019

ENAMORADA


En el momento en que nos tocamos, 
el corazón alegre, se sabe amado por el tuyo.

Solo sé derrarmar dulzura con tu presencia.
Me recuesto en tu pecho, me envuelvo en tus abrazos.

Veo tus ojos, me pierdo en tu risa, envuelta en tu sonrisa. 

Y tengo miedo

Esas relaciones anteriores y los corazones rotos
nos han enseñado de cautela en la entrega.

He llorado y he sufrido en el compromiso.

Pero 

Aquí estoy, intentándolo de nuevo
más sensata, más honesta, más decidida.

Aprendí a amar

Hoy solo quiero cuidarte, cuidarme
conocerte, verte, escucharte, apreciarte

Hoy solo quiero abrazarte, besarte, recorrerte
consertirte, sentirte, amarte. 

Aquí estoy, más vulneable y sin barreras
lista para que me conozcas

Y esta soy hoy, con las botas bien puestas
preparada para la aventura. 

OJOS DE LA NOCHE



Conocí al hombre de océano en la mirada.
Ríos, mares y lagos brotaban de ellos.
Conocí a su maravillosa novia.
Tenía la neblina de una mañana de invierno 
asomándose entre sus ojos.
Ninguno lleva tu mirada.
Ojos color noche que brillan con alma propia, 
brillan con la luz de las estrellas. 
Tienes el infinito del universo en tu mirada y 
el reflejo del cielo nocturno en el océano 
recuerda la profundidad de tus ojos.
Bendita alma tuya, que se asoma por esas obsidianas. 
Luciéndose y resplandeciéndo, hechizando todo a su paso.
Bendita mirada tuya que me hechiza, atravesando el bosque negro sobre tus ojos.
Mirada color misterio. 
Condenada yo a intentar acercarme a tan encantadores resplandores.

LEY DE LOS ENAMORADOS


Los enamorados, seguimos una ley universal invisible, 
somos apasionados e insensatos,
 soñadores e ingenueos

Un enamorado racional, 
qué cosa tan extraña. 

Los enamorados vamos, besamos, expresamos, nos entregamos.
Los enamorados convertimos en oleaje lo ordinario de las sábanas.

Cuidado de aquellas almas que estén enamoradas, pues
se envolverán en un torbellino de alegría
junto al amor de sus vidas. 



TIPS QUE MEJORARÁN MI VIDA

1.

Decir “no” a la gente. No sentirme mal por decir “no”. Es mejor que decir “sí” y no estar cómodo haciendo algo, y no tengo que poner excusas para no poder hacer algo.
2.
Aprender a orientarme con norte/ sur/ este/ oeste.
3.
Dejar que la gente acabe sus frases antes de empezar las mías. Las conversaciones fluyen como el agua.
4.
Aprender a negociar. Si pienso en ello, la mayoría de mi vida consiste en negociar, ya sea un mejor trato, un mejor salario, una posición mejor o, simplemente, una vida mejor. Es una habilidad que no enseñan en la escuela pero que es esencial para la vida. 
5.
Limpiar sobre la marcha. Es algo pequeño y simple, pero es un cambio tan grande respecto a como la mayoría de gente vivimos nuestras vidas y que no es fácil abordarlo.
6.
Pensar dos veces antes de hablar.
7.
Gratificación aplazada. No me precipito a comprar algo que acaba de salir. Tras dormir, a menudo me doy cuenta de que ya tengo algo parecido que todavía me sirve. También puede ser que considere que vale la pena comprar lo nuevo. 
8.
Silenciar mi mente, mantener la boca cerrada, y prestar mucha atención a lo que sucede a mi alrededor y a lo que la gente me dice y se dice entre ella.
9.
He aprendido a perdonarme. Perdonarme por fracasos pasados no cambiará lo sucedido, solo me dejará dolida por los golpes. He abandonado toda esperanza de un pasado mejor. Controlo quién he sido para que ello no me controle a mi.
10.
Saber tener conversaciones superficiales.
11.
Habilidades para hablar en público. Ser capaz de articular un pensamiento sin decir, “um, pues, bueno, uhh” etc. La gente podría tomarme más en serio, si sueno mucho más inteligente y la gente puede comprender mucho más fácilmente mis reflexiones.
12.
Controlar la respiración. Centrarse en inhalar, aguantar la respiración y exhalar contando las veces que lo hago –y mantener el recuento– requiere concentración. Pero no es lo suficientemente interesante como para no quedarme dormido, especialmente porque hace que aparte otros pensamientos.
13.
Pensar y preocuparme únicamente por aquellas cosas de la vida en las que yo puedo influir. Todo lo demás es estrés indebido... y nadie necesita eso.
14.
Desarrollar inteligencia emocional. No estoy segura de si es una “habilidad”, pero asumo que es algo que puede aprenderse. Reconocer las emociones de los demás tiene muchas ventajas. Realmente puedes mejorar tus amistades, relaciones e interacciones con los demás si eres bueno reconociendo cómo se sienten.
15.
Usar el ratón con la izquierda siendo diestro. Te hace más eficiente en el trabajo y en casa. Puedo tomar notas, escribir cosas básicas y rebuscar entre notas al mismo tiempo que uso el ordenador.
16.
Aprender a amar la soltería. Algunas personas se torturan a sí mismas por la falta de amor o por el amor perdido, otras se obsesionan con encontrarlo o perderlo. Pero, sobre todo, se olvidan de que la felicidad primero viene del interior, y luego de los demás. Esa mierda te comerá vivo.
17.
He aprendido a gestionar mi tiempo. Solía llegar tarde constantemente, de 5 a 15 minutos, hasta que me di cuenta de que ir a todas partes corriendo y seguir llegando tarde me hacía sentir estresada y ansiosa (por no hablar del hecho de que llegar siempre tarde es una enorme falta de respeto hacia todos los que han tenido la decencia de llegar a la hora). Pasé un tiempo explorando el tiempo que realmente me llevaba completar tareas básicas. Empecé a prestar atención al tiempo real que se necesita para ir del punto A al punto B. Convertí en prioritario llegar antes de tiempo, y gradualmente ajusté el proceso hasta que llegaba a la hora sin pasarme de pronto. Dejé de dar excusas por llegar tarde, y pronto dejé de tener que dar excusas... Ahora puedo ir en piloto automático y aún así llegar dónde tengo que estar, con todas mis tareas completadas, con 5 minutos de antelación.
18.
Desconectar mi cerebro. Cuando me tumbo para irme a dormir, mi mente no se acelera. Me duermo en un par de minutos cada noche. Dormir bien hace maravillas en prácticamente todos los aspectos de la vida.