lunes, 15 de abril de 2019

EN MARTES NO TE CASES NI TE EMBARQUES



Si tuviera que embarcarme, definitivamente no lo haría en martes, y menos en época de ciclones y huracanes, por eso de las supersticiones.

Sin embargo me encantaría conocer la vida en el mar, vivir del océano. La hermana de un amigo viajó por el mundo como marinera y él me contaba lo pesado que fue para su hermana. Quiero pensar que tengo el carácter para poder vivir la vida del mar, espero tener de menos el estómago para pasar semanas en altamar. 

La belleza del oleaje y el vaiven del mar, las historias que contarían los marineros. La realidad de la costa y la dureza de la pesca, la pobreza entremezclada con la calma del mar. 
Quiero conocer la realidad moderna de navegar en el mar, de estar en el ambiente donde surgió la vida en la Tiera, ese ambiente hostil en el que durante millones de años la vida fue surgiendo hasta poblar este hermoso planeta. 


LA SOLEDAD

Estar en una habitación sin más personas en una forma de soledad y la de estar en una habitación con muchas personas y sentirse sin compañía es otra forma de soledad.

Hace unos días estuve en mi casa sin hablar con personas por alrededor de seis horas, no me fue molesto. Me gusta estar conmigo misma, sin embargo sigo sintiendo soledad.

Pienso que mi soledad tiene que ver con buscar la aprobación de las personas.

Ojalá pronto dejara de buscar eso en mi vida.